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Los niños de la unidad de cuidados intensivos pediátricos (PICU, por sus siglas en inglés) generalmente tienen afecciones en el cerebro. Algunos tienen directamente lesiones o enfermedades cerebrales, como traumatismos, malformaciones cerebrales, tumores cerebrales, convulsiones o accidentes cerebrovasculares. Otros pueden tener complicaciones en el cerebro causadas por otras enfermedades. Es claro también que estar en la unidad de cuidados intensivos puede afectar cómo los niños piensan, sienten, aprenden y se comunican, incluso mucho después de dejar el hospital.
Para abordar este problema, el Lucile Packard Children’s Hospital Stanford desarrolló uno de los pocos programas integrales del país de atención neurológica crítica para niños en la PICU. El programa se centra en proteger el cerebro de los más pequeños al reunir varias especialidades con expertos altamente capacitados en:
Cada año, el equipo médico del LPCH brinda atención a más de 700 niños con necesidades de atención neurológica crítica, realiza más de 150 EEG (electroencefalogramas), 300 exploraciones cerebrales por imágenes y 350 intervenciones quirúrgicas para centrarse en la salud de los cerebros en crecimiento en la unidad de cuidados intensivos.
Nuestro objetivo es proteger las mentes de todos los niños que visiten la PICU y ser pioneros en nuevos enfoques para proteger el cerebro después de una enfermedad crítica o una cirugía mayor.
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