A medida que el feto crece en el útero, desarrolla células nerviosas llamadas neuroblastos. En muy raras ocasiones, estas células pueden volverse cancerosas conforme crece el feto o después del nacimiento del bebé, lo que causa el neuroblastoma. El neuroblastoma se desarrolla con mayor frecuencia en las glándulas suprarrenales, cerca de los riñones, pero también se puede encontrar en el abdomen, la columna vertebral, el pecho o en cualquier parte del cuerpo.
La mayoría de los niños con neuroblastoma se diagnostican antes de los 5 años y los síntomas pueden variar desde un bulto indoloro en el abdomen hasta fiebre y cojera.
El tratamiento del neuroblastoma depende de múltiples factores, como la edad del paciente, si el tumor ya se ha diseminado más allá de su ubicación inicial y el riesgo de que el tumor crezca o se propague en el futuro.
Cuando el tumor está aislado en un lugar, a veces se puede extirpar con cirugía. En algunos casos, también se administran medicamentos de quimioterapia antes de la cirugía con el fin de ayudar a reducir el tumor o bien después de la cirugía para eliminar cualquier cáncer que haya quedado.
En los niños mayores de 18 meses, si el tumor se ha diseminado a otro lugar, el neuroblastoma generalmente se clasifica como de alto riesgo. El tratamiento del neuroblastoma de alto riesgo implica varios métodos diferentes que se aplican conjuntamente para destruir el cáncer y evitar que se propague.
Los pacientes con neuroblastoma de alto riesgo se tratan con quimioterapia, cirugía, trasplante de células madre, radiación e inmunoterapia. En algunos casos, también se utilizan métodos más recientes que combinan quimioterapia e inmunoterapia. La terapia con MIBG es otra opción de tratamiento innovadora para el neuroblastoma de alto riesgo. 131I-MIBG es una forma especial de radiación que se dirige directamente a las células del neuroblastoma. A diferencia de la quimioterapia y la radiación tradicional, la radiación con MIBG destruye las células del neuroblastoma sin causar tanto daño a las células sanas.
Para que el tratamiento del neuroblastoma sea exitoso, primero debe proporcionarse un diagnóstico correcto. El Dr. Hiroyuki Shimada de Stanford es el director del Neuroblastoma Pathology Reference Laboratory (Laboratorio patológico de referencia para el Neuroblastoma) de Children’s Oncology Group. Analiza muestras patológicas de aproximadamente 700 casos de neuroblastoma de todo el mundo por año. También es el fundador de la International Neuroblastoma Pathology Classification (Clasificación internacional patológica del neuroblastoma), que ayuda a garantizar un diagnóstico correcto para que los pacientes reciban el mejor tratamiento para su cáncer.
Ofrecemos las opciones de tratamiento más recientes: nuestro oncólogo especializado en neuroblastoma, el Dr. Robbie Majzner y el equipo de expertos en neuroblastoma pueden elaborar el mejor plan de tratamiento para su hijo(a). Nuestros médicos e investigadores también impulsan el tratamiento del neuroblastoma a nivel nacional, desarrollando nuevas formas de atacar esta enfermedad con anticuerpos y células T con CAR. La doctora e investigadora de Stanford Crystal Mackall dirige la Pediatric Cancer Immunotherapy Trials Network (Red de ensayos de inmunoterapia para el cáncer pediátrico), un grupo de hospitales infantiles que trabaja en nuevas formas de utilizar el sistema inmunológico del cuerpo para atacar el neuroblastoma y otros cánceres.
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