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El retinoblastoma es el cáncer de ojo más común en niños menores de cinco años. Y aunque un diagnóstico de cáncer infantil es aterrador, por supuesto, casi todos los niños con retinoblastoma pueden vivir vidas largas y felices si la enfermedad se diagnostica y trata en una etapa temprana.
En Stanford Medicine Children’s Health, nuestras prioridades son salvar vidas, salvar ojos y conservar la vista del paciente tanto como sea posible.
Se han dado grandes pasos en el diagnóstico y el tratamiento del retinoblastoma en la última década. Somos uno de un puñado de hospitales infantiles en el país que utilizan métodos diagnósticos innovadores para detectar el retinoblastoma con una anticipación nunca antes vista. Después del diagnóstico, nuestros oncólogos, pediatras, radiólogos y oftalmólogos de clase mundial trabajan juntos para crear el plan de tratamiento más efectivo y específico con la menor cantidad de efectos secundarios para cada paciente. Nuestro equipo multidisciplinario de expertos colabora para manejar y dirigir la atención a nuestros pacientes pediátricos con la mayor preocupación de proporcionar atención segura y efectiva.
Somos uno de los pocos centros en la costa occidental con especialistas en cáncer ocular pediátrico dedicados. Nuestro equipo incluye a expertos que tienen más de 20 años de experiencia en el tratamiento de retinoblastoma utilizando tratamientos de vanguardia como la quimioterapia intraarterial, que reduce los efectos secundarios de la quimioterapia tradicional.
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